Remberto Burgos de la Espriella. El doctor Remberto Burgos de la Espriella ha ejercido la Neurocirugía desde la academia, la práctica privada y las actividades gremiales. Nació en Buenos Aires, Argentina 1/V/1955 pero se siente orgullosamente cordobés. Fue Presidente de la Asociación Colombiana de Neurocirugía

 

Montería, 31 de julio de 2020. La angustia no favorece a los pacientes con COVID 19, mucho menos el miedo y la emoción negativa que generan en el organismo la descarga masiva de neurotransmisores, especialmente la liberación de la hormona Cortisol, que dispara la presión arterial, la frecuencia cardiaca, se dilata la pupila, aumenta la sudoración, puede perderse el control de la respiración, posible adormecimiento de las manos y termina la persona convertida en candidato excelente para un infarto o una trombosis cerebral.

La anterior descripción médica surge del neurocirujano monteriano, Remberto Burgos De La Espriella, invitado al espacio Conéctate con la U, de la Unidad de Comunicaciones y Relaciones Públicas, de la Universidad de Córdoba, y se convierte dicho pronunciamiento en una sana recomendación en el manejo de los síntomas de la COVID 19, para evitar complicaciones en la salud.

“La ansiedad desencadena en una enfermedad de terribles consecuencias como la que hemos mencionado, por eso es bueno recordar las estadísticas en el sentido que, de 100 personas que contraigan la enfermedad, 83 se quedan en sus casas con síntomas leves o menores, 13 van al hospital, y solo 4 van a cuidados intensivos en la modalidad severa. Mis consejos tienen que ver con la absoluta confianza en el médico tratante, no automedicarse, cumplir los protocolos sanitarios en casa (aislamiento), abrir ventanas para ventilar mejor”, precisa el entrevistado.

Para el doctor Burgos el fenómeno de la angustia en pacientes se deriva de la infodemia, entendida como la desinformación que se maneja por distintos canales, incluso digitales; y la infoxicación, que es la gran cantidad de información sobre un solo tema, en tiempo récord y que es imposible digerir y mucho menos entender.

“Los casos los conocemos en todos lados, personas que no han leído la información y la reenvían, lo que hacen es convertirse en generadores de emociones negativas. Cuando encontramos mucha información, es obvio que el cerebro no da para tanto y lo que sucede es que generamos algo que se llama negligencia de probabilidad, impulsados por la emoción negativa del contagio y no por el optimismo realista. Hay que darle fidelidad a la fuente, eso es lo recomendable”, sugiere el médico especialista, experto en aneurisma cerebral, epilepsia, tumores cerebrales, tumores medulares, y dolor neuropático. En el gremio científico y médico del país es reconocido como uno de los mejores en su especialidad, con alta experiencia y trayectoria en distintas clínicas y hospitales de Colombia.

Acotó el doctor Burgos que el mejor estímulo para el sistema inmunológico es el optimismo racional, una alimentación apropiada para el cuerpo y para el alma y advirtió que quien está lleno de emociones negativas es más propenso a que se debilite y termine infartado o con un derramen.

“Por eso es que a los pacientes que mejor les va en cirugía son a quienes llegan optimistas, confiados en su médico,  los que saben que la cirugía será un medio para volver a la normalidad”, explicó el médico monteriano.

Insistió en que el miedo produce insomnio, taquicardias, hipertensión y cambios en lo que en medicina se denomina circuitos de recompensa: se debilita la persona, nada le produce placer, sobre todo por las medidas estrictas del confinamiento que deben ser asumidas con aptitud proactiva.

Sugirió que ante la ocupación de camas UCI en más de un 93 % en Córdoba, la vergonzosa ubicación del Departamento entre los primeros lugares con muertes por COVID y el represamiento de pruebas moleculares, no queda otra opción que la conciencia ciudadana y cumplir los protocolos sanitarios.

El oxímetro del sentido común

El doctor Remberto Burgos De La Espriella sugiere la medición de saturación de oxígeno por las mañanas y por las tardes, con utilización del oxímetro del sentido común, que consiste en inhalar, aguantar el aire hasta contar 12 y luego exhalar. Explica que una vez realizado este ejercicio si no se siente dificultad respiratoria entonces los pulmones están funcionando perfectamente.

A esa recomendación agregó la importancia de ingerir bastante líquido y hacer enjuagues bucales con agua de sal, que no es que sirva para el Coronavirus, sino que se transforma el pH de la boca y la mantiene lo más antiséptica posible. Sugiere realizar actividad física y llenar la mente de optimismo.

Finalmente el doctor Burgos De la Espriella compartió entre sus reflexiones la importancia de vivir sobre lo fundamental como nos lo ha enseñado la pandemia, además de sugerir que en adelante la sociedad del conocimiento debe imperar sobre la sociedad del consumo y valorar a la vida y al tiempo como los activos más importantes para el ser humano.

 

INFORMACION PARA LOS LECTORES DE REVISTA EXPECTATIVA.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *