En el Plan Nacional de Desarrollo PND 2022 – 2026, Colombia potencia mundial de la vida, concibe la educación como un derecho fundamental progresivo, que el Estado debe garantizar; por ello, en educación superior pretenden alcanzar una cobertura de 500 mil nuevos cupos con calidad, pertinencia y gratuita. En consecuencia, el Ministerio de Educación Nacional ha venido trabajando con los actores del sector; poniendo en marcha, programas y estrategias para lograr los objetivos propuestos. En este sentido, recientemente algunas voces del Congreso, cuestionaron la veracidad de las cifras de ampliación de cobertura presentadas por el Ministerio en mención. Por consiguiente, es necesario recordar, que el Plan Nacional de Desarrollo trazó la hoja de ruta por donde avanza la educación; además, definió, qué se debe hacer y tener en cuenta las estrategias de implementación; en especial, en educación superior pública. Podríamos decir que, la cobertura en Colombia, de acuerdo con los datos suministrados por el Ministerio de Educación Nacional, alcanza 2.553.560 estudiantes matriculados al cierre del año 2024; logrando una cobertura bruta del 57,53 %; en comparación con el año 2022 de 54,9 % y 2023 de 55,4 %; de los cuales, en el sector oficial 1.401.639 estudiantes y en el privado 1.151.921.
En relación con lo anterior, se evidencia un esfuerzo de política pública que debe ser sostenible. Las cifras presentadas muestran que, en el año 2023 ingresaron a la educación superior pública 65.063 estudiantes, y en 2024, 125.441 de ellos; lo cual registró una ampliación de cobertura de 190 mil nuevos estudiantes; distribuidos de la siguiente manera: universidades públicas, SUE. 55.842 estudiantes, instituciones técnicas y tecnológicas públicas, Ittu 30.314 estudiantes, Sena 26.592 estudiantes. Asimismo, hay que reconocer el fortalecimiento de la política de gratuidad de la matrícula que beneficia a 874.814 estudiantes y la reducción de la deserción universitaria por debajo del 8 %. Estos avances pueden ser insuficientes; pero demuestran una hoja de ruta que debe continuar, fortalecer y sostener la educación. Consecuentemente, estos esfuerzos de ampliación de cobertura han tenido un enfoque territorial, teniendo como prioridad, las regiones y territorios donde el indicador de acceso es bajo; incluyendo las zonas azotadas por la violencia; a lo que se suma, el abandono estatal; donde se recomienda no continuar repitiendo el modelo centralista. Hay que resaltar que, Programas como: sedes regionales, tránsito inmediato a la educación superior y «Universidad en tu Colegio»; demuestran que es posible llegar a los jóvenes de las zonas rurales, marginales y excluidas de la geografía nacional que históricamente han sido condenados a ser ejércitos de reserva para la guerra. Otro componente importante para hacer posible estos resultados, es el incremento de recursos para funcionamiento adicional al IPC., con el fin de mejorar las condiciones financieras de las universidades oficiales; de esta forma, avanzar a la meta de 500 mil nuevos cupos en educación superior. En este sentido, desde el Sistema Universitario Estatal – SUE, aportamos experiencias y capacidades, tendientes a lograr ese propósito. La apuesta del gobierno ha sido amplia y ambiciosa en materia de cobertura, infraestructura, regionalización, financiamiento, integración de los niveles del sector; que tiene como objetivo, garantizar la educación superior como un derecho fundamental de manera progresiva. En materia de educación superior, el debate está abierto. Necesitamos cambios y transformaciones en cuanto a reformas legislativas que por décadas hemos demandado; de manera razonable, su realización implica un liderazgo, un liderazgo que incluya la diversidad y pluralidad del sector; se requiere una educación de calidad y pertinente al alcance de los jóvenes.