Escribe: ROBERTO CASTILLA ARROYO…. Revista EXPECTATIVA 44 Años

Foto: Revista EXPECTATIVA

MONTERIA CORDOBA-. Hoy me voy a referir  a un caso de la super vivencia del ser humano en nuestro país, más que todo en la ciudad Capital de Córdoba Montería, donde aún pulala el desempeleo dado por muchas razones del diario transcurrir, esto se debe más que todo  a la población vulnerable, esa con arraigo campesina, que en su mayoría han tenido que salir de sus tierras en un principio dada por la maldita violencia originando un desempleo total, que le toca a esas familias buscar refugio y protección  a la gran ciudad, pero al llegar a esta encuentra muchos factores de obstáculos, dificultades,  para pecnotar en ella y si es de la tercera edad, no le dan trabajo alguno, que le toca hacer ingeniársela de cualquier manera, eso si cuando la persona llega con unos principios morales del buen ser humano a medirsela a cualquier cosa pero a lo bien, más no hacer cosas indebidas no acorde a su buen corazón.

Pues bien desde hace varios años me he encontrado por las calles centricas de Montería, con este personaje de estirpe o mejor de origen o aspecto campesino,  luciendo su sombrero vueltiao, vistiendo una chompa azul, camisa mangas largas unas a raya otras de su solo color y de pantaló jean calzando unos tennis color blanco no tan finos pero los usa, a ofrecer su venta diaria, su nombre corresponde a José Rosario Espitia, que en sus manos carga dos pequeñas cantimploras de varios colores, una llena de jugo natural aveces de Coroso, otras de Maracuyá, chicha de arroz, en otra lo referente a fritos casesor empanadas, carimañolas unas con queso otras con carne molida y la papita rellena, José un poco acalarodo suda en su piel morena color que no destiñe, ya cuando su compañera y el tienen todo pererado, sale  al amanacer cuando el Sola está por mostra sus rayos solares desde su humilde casa del barrio El Dorado margen izquierda del Río Sinú en Montería todos los días a pié para vender sus productos en lo que el ha llamado «Mi mini cafetería ambulante» a la gran ciudad, aveces pasa el planchón y otras veces de pié pasa el puente Metálico de Montería a ofrecer la venta de sus fritos y jugos, la mayoría los vende, otras los entrega de manera a crédito, fiados,  claro está que esos clientes diarios los tiene anotados en su pequeña agendita, esto es digno de admirar, José es un digno ejemplo para que la sociedad monteriana lo tenga en cuenta, un hombre sano y trabajador, que con su trabajo ambulante super viven él y su familia.

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