MONTERIA CORDOBA-. Hace 58 años, llegó a esta ciudad un hombre de contextura gruesa, estatura de casi 2 metros de alto, de bigotes negros gruesos, tez blanca, su físico ha tenido que ver como si fuera llegado del país azteca, pero este vino de un pueblito del municipio de San Jacinto Bolívar, tierra conocida por gente laboriosa amante del campo, de gente de buenas costumbres, la mayoría artesana de la famosa Hamaca paleteada, construida por las manos de familiares artesanas.
También de grandes talentos de la música de la región para el mundo como «Los Gaiteros» de San Jacinto con Toño Fernán, del maestro Adolfo Pacheco, con su famosa canción «La Hamaca Grande», del maestro Andrés Lándero y muchos más….
De esa región llegó por allá a mediados de la década del 60 el personaje que vamos a tratar de nombre Carlos Serpa, en primer lugar llegó vendiendo hamacas a estas tierras del Sinú, luego por su excelente manera de su buen trato con los comerciantes de esa época en Montería, le fueron tomando aprecio, cariño y le tendieron sus manos, el hombre en mención se quedó para siempre en estas tierras y montó su primer negocito a través de una carreta donde exponía la venta de sus hamacas de distintos colores, con el producido de sus ventas fue ahorrando, hasta montar su primer almacén no solo para le venta de toda clase de mercancía, telas y otros accesorios que tienen que ver con el comercio organizado.
Recuerda el que su primer Almacén, lo llamó Juventud, dada a su edad, era un muchacho muy joven, así fue creciendo Carlos, en el mundo del Comercio formal en , hasta llegó tener varios almacenes de esta línea, como el Barrejobo, El Chivo Mono etc…
El sin darse cuenta en el transcurso de los años, instalado en esta tierras, se convierte en Comerciante en grande, dándole trabajo a muchas personas, sus almacenes eran visitados por familias y también pequeños comerciantes a los cuales les vendía con precios cómodos al por mayor, hasta les daba crédito a muchos de ellos que venían a comprarle de otros municipios y de la campiña cordobesa, hasta de tierras aledañas antioqueñas y de Sucre, debido al don de persona que siempre lo ha sido nuestro invitado a esta Unidad Investigativa de la Vida y Obra de Carlos Serpa, quien hoy día vive un caso de orden público ocasionado por un encuentro del personal del Ejército Nacional contra individuos al margen de la ley, entre uno de los facinerosos cayó uno de apellido Serpa, que según Carlos, «nada tenía que ver esa persona conmigo mucho menos con el resto de mis familiares, el informe dado por la Brigada me involucran por mi apellido, de tener supuestamente enlaces con grupos al margen de la ley, propiamente con la guerrilla, esto me sorprendió sobre manera, que hoy día soy victima de un mal informe, vivo mi propio viacrucis, me han despojado de mis pertenencias, hasta me hicieron un atentado que me dejó sin vista, sin embargo busqué varios abogados especializados en penal, quienes estamos demostrando lo contrario, proceso judicial que está favorable a mi persona, pero un juez de la República del interior del país, no ha querido entrar en razón de que se ha equivocado para fallar a mi favor, pese a que un Coronel de alto rasgo del Ejército Nacional de Colombia, sabe de este caso, manifestando que lo que han hecho es la vil injusticia…una infamia….hoy día estoy con mis brazos cruzados sin un peso, solo con la ayuda de mis familiares…pero confío en la justicia divina favorable a mi persona».
De tal manera la Unidad Investigativa de Revista EXPECTATIVA 41 Años, desde hoy publicará en varias entregas este caso sucedido a Carlos Serpa, el comerciante amigo de la gente del Sinú, que demuestra que no es el Serpa que involucraron en un caso donde el jamás ha tenido que ver con grupos al margen de la Ley.
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