Textos. ROBERTO CASTILLA ARROYO
Fotos: Archivo y Revista EXPECTATIVA 43 Años.
Carlos Camargo Assis, nacido en Cereté (Córdoba) es el actual Defensor del Pueblo de Colombia, quien asumió el liderazgo de esta entidad en septiembre de 2020, también fue Presidente de la Alianza Global de las Instituciones Internacionales de Derechos Humanos – GANHRI, entre diciembre de 2021 y marzo de 2022.
Su función recae en velar por la promoción, el ejercicio y la divulgación de los derechos humanos de los habitantes en el territorio colombiano. La Defensoría del Pueblo, en sí misma, tiene una amplia cobertura nacional, con la que hace presencia donde generalmente otras instituciones no llegan y con la que busca que esas mismas instituciones le cumplan y respondan a las comunidades.
El cordobés, abogado de la Universidad Sergio Arboleda, con maestría y doctorado en Derechos Administrativo de la misma institución, realizó estudios en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario en American University en Washington D.C. y es graduado del Curso Integral en Defensa Nacional (Cidenal) de la Escuela Superior de Guerra.
Dentro de su experiencia profesional se ha desempeñado como Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos (FND). Fue Magistrado y Presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), encargado de funciones del cargo de Registrador Nacional del Estado Civil en reiteradas ocasiones y Registrador Ad Hoc designado por los presidentes de las Altas Cortes. También se desempeñó como Secretario General, Registrador Delegado para el Registro Civil y la Identificación, y Jefe de la Oficina Jurídica de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
En 2010, fue escogido como uno de los diez jóvenes sobresalientes de Colombia por el Programa Premio Cámara Junior Internacional de Colombia. Recibió la Orden Civil en el Grado de Comendador del Concejo Distrital de Cartagena de Indias; la Medalla al Mérito de Defensa a la Patria de la Gobernación de Córdoba, la Medalla Intendente Calixto Niño Monroy de la Policía Nacional y recientemente, la Medalla Bicentenario Antonio de la Torre durante los actos de conmemoración de los 246 años de Montería, donde se exaltó la labor altruista que desempeña a nivel nacional, la misma con la que deja en alto el nombre de su tierra mientras defiende los derechos humanos.
Carlos Camargo Assis es autor de la investigación doctoral «Génesis y vicisitudes del Consejo Nacional Electoral en Colombia desde sus orígenes hasta nuestros días: un estudio jurídico político de la historia electoral a la luz de la Teoría del Poder Neutro planteada por Benjamin Constant», y de los libros, “Camino de Paz, medio siglo de experiencias y una mirada al caso colombiano”, “El régimen jurídico de la doble militancia en Colombia”, “Hitos electorales en el contexto de la evolución político-constitucional de Colombia” y “El Registro Civil en Colombia”.
Sobre el papel de la Institución Nacional de Derechos Humanos que dirige, Carlos Camargo Assis se ha planteado un horizonte claro en esta entidad, preocupado por las condiciones socio-laborales de sus funcionarios, llevándola a los territorios, recorriendo el país, levantando la voz por los más vulnerables. Así ha sido en estos tres intensos años en los que no le ha tocado fácil, pero tampoco ha desfallecido en su labor, la misma que respaldan las comunidades más vulnerables.
Sus llamados insistentes suelen ser preventivos, muestra de ello es que por ejemplo, desde 2001 se han emitido 500 documentos de advertencia desde la Defensoría, así como 257 informes de riesgo y notas de seguimiento entre 2001 y 2017, y 243 alertas tempranas entre 2017 y 2022. La entidad siempre va adelante tocándole el hombro a la institucionalidad del Estado para que le cumpla a las comunidades.
Camargo Assis también ha concentrado sus esfuerzos en llevar la capacidad mediadora de la Defensoría del Pueblo a las álgidas zonas de conflicto social en el país, donde su talante y el de los equipos de sus 42 regionales siempre está conminando al diálogo, a la mesura y a que se cumplan los compromisos.
«Si algo tengo claro es que ser Defensor del Pueblo reviste una categoría natural: servir al pueblo, velar por sus derechos. En medio de tantas convulsiones lo hacemos, estamos ahí. La gente ve estos chalecos azules con confianza, con un respeto ganado a pulso y eso nos reconforta a no desfallecer, a insistir en la protección de sus derechos. Me honra como Defensor del Pueblo materializar ese compromiso en territorio. Estamos siempre para defender al pueblo colombiano».
Esa materialización de la presencia en territorio se evidencia, por ejemplo, para el caso particular de Córdoba, en la creación de la Regional Sur de Córdoba, que responde a unas necesidades humanitarias particulares de la zona, a las cuales no es indiferente este cereteano, y donde un equipo profesional altamente calificado está 24/7 presto a atender las necesidades de la subregión del San Jorge. Así mismo hizo en las álgidas zonas del Bajo Cauca y el sur de Córdoba, que desde su administración cuentan con una Regional de la Defensoría del Pueblo a su servicio.
Tampoco ha desconocido que hay temas coyunturales que han cobrado relevancia en el escenario de los derechos humanos, así que además de fortalecer esa presencia institucional, tres nuevas Defensorías Delegadas están al servicio de los colombianos: Deporte; Prevención y Transformación de la Conflictividad Social, y Ambientes Digitales y Libertad de Expresión.
El actual Defensor del Pueblo considera que ante la coyuntura que vive el país es necesario fortalecer la articulación entre las autoridades nacionales y locales, así como las capacidades de estas últimas en materia de recurso técnicos, tecnológicos y financieros para gestionar de manera inmediata los riesgos advertidos.
«Nuestro compromiso permanente con los derechos humanos y con quienes promueven su ejercicio efectivo en el país es irrevocable. Ahora mismo mi propósito y mi visión no es otra que hacer un trabajo impecable desde la Defensoría, por eso seguiremos adelantando todas las gestiones requeridas para que la prevención de violaciones a los derechos humanos se constituya realmente como la base fundamental de la acción institucional en Colombia», Carlos Camargo Assis.