Para poder hablar de la historia del boxeo en Montería, me faltaba el comienzo, por eso me propuse investigar desde el principio, porque naturalmente su historia  se remonta a los años 30, cuando todavía no habíamos nacido , me propuse averiguar y como decían nuestras madres cuando le hacíamos  los mandados y no sabíamos la dirección y le preguntamos «y eso donde queda mami? Y ellas muy sabias nos respondían » preguntando, preguntando se llega a Roma mijito»

Así de es forma llegamos a la casa de don Fernando Acosta, en la calle 25 con carrera siete esquina , Acosta como yo le decía ya había cumplido 103 años y tuve suerte de escucharlo y entrevistarlo , en la puerta de su casa , sentado en su mecedora monposina original, donde lo escuchaban sus hijos e hijas y también los primos hijos de doña Carmen Villa y Pacho Lora.

Cuando hablo de tener suerte de dialogar con el , es  porque Ferna, falleció  un mes después, pero logré mi propósito  enterarme de cómo se inició el boxeo en mi tierra.

 

Antes el viejo Ferna, me habló de su vida, que fue uno de los primeros cocheros de tracción animal que transitaban por la ciudad cuyos propietarios eran una familia de apellido Medina,  y que también  fue conductor de la plaza pública o sea los taxis de ahora. Manejó un Jeep willis modelo 52 , junto a otros choferes de servicio público  , como Manuelito Mercado , el indio Doriberto, el orejón Remberto y  uno que le decían «pato salao» este último terminó sus días de cabrilla, conduciendo la camioneta Ford Roja modelo 69, del Jardín de la «Negra Aminta «.

Mi entrevista al maestro Acosta, era para conversar sobre boxeo , pero no podía desaprovechar escucharlo hablar también apartes de su propia historia, se trataba de uno de los últimos mohicanos de la sabiduría sinuana y que nosotros sabíamos que estaba a punto de partir , porque como me dijo su hija ya su corazón estaba cansado de latir 103 años y en cualquier momento dejaba de hacerlo  , como en verdad ocurrió después de un mes de platicar con nosotros.

Para comenzar a hablar de boxeo, contó sus proezas como peleador callejero , me decía que en esos tiempos de los años treinta a los cuarenta, había muchos extranjeros que llegaron a Montería, atraídos por la fama y las riquezas de las tierras del valle del Sinú ,    y  gastaban el dinero en apuestas en peleas naturales entre nativos o visitantes a puño limpio, estas se hacían en lugares o patios encerrados porque era prohibido al igual que las grandes peleas de perros bravos cuyas disputas y batallas  caninas se efectuaban en la playa de la Brígida en el barrio sucre.

Fernando Acosta , se quedó pensando y me dijo » yo le gané a un poco porque a mí me pesaba la mano» Acosta era un hombre de 192 de estatura y en esos tiempos pesaría más de cien kilos.

Continuó diciéndome, el boxeo organizado comienza al final de los años cuarenta y principios de los cincuenta, ya en la costa se había regado la fama de los grandes deportistas de esta región como don Carlitos Giraldo Campeón  de lucha olímpica universitaria en Canadá y Zenón Vellojin, primer campeón  bolivariano de boxeo colombiano en unos juegos en Ecuador , también se sabía de la pegada letal de Gerónimo Triviño » el caimán del Sinú», afirma Fernando que su pegada era como la de una mano de pilón.

«El boxeo profesional lo trajo  a Montería tu padre» me dijo Acosta, refiriéndose a Don pedro Díaz mi progenitor» y tenía un socio de Cartagena también,  que se llamaba Filemón  Cañate Bernet , don pedro vivía ya aquí en Montería , y escuchaba las discusiones en los corrillos,  que a Zenón Vellojín no había quien le ganara peleando». Tu papá

le comentó a Filemón y este le dijo «no creo que ese muchacho le gané a un boxeador panameño que está en Cartagena tumbando cabezas  y que está invicto, ya no tiene contendor, se llama, Benny Leonar»

La pelea se concretó y se realizó en el Circo teatro variedades, en la avenida primera con calles 33 y 34, las apuestas estuvieron a favor del peleador del patio, Vellojin, cuenta el viejo Ferna que el circo teatro presentó lleno hasta los barrotes, no cabía un alma , sonó la campana y desde el primer asalto, Vellojin comenzó a recibir una paliza del panameño , que tuvieron que tirar la toalla  .

Después hubo revancha y otro lleno, pero el resultado fue diferente, dice  el maestro Acosta , que el panameño Leonard enfermó cinco días antes de la pelea, y habló con Vellojin diciéndole, que estaba imposibilitado y levantó el brazo , mostrándole un absceso o un carbunco que tenía en la axila y le dijo a Vellojin que el iba a subir al ring  para cumplir el compromiso, que no le pegara duro, que no lo maltratara,  vellojin hizo lo contrario lo masacró  y Ganó esa segunda pelea.

Después de este acontecimiento boxístico, un sueste de la virgen del Carmen  le voló el techo al circo teatro variedades y    fue el último dialogo con este gran sabio de la naturaleza, Don Fernando Acosta, a los pocos días falleció.

En las fotos don Ferna en la celebración de sus 103 años.

El teatro variedades y una con don Carlos Giraldo, primer campeón  de lucha olímpica universitaria

Hasta la próxima.

 

Escribió: ALVARO DIAZ ARRIETA….

Foto archivo Revista EXPECTATIVA.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *