“Los primeros beneficiados de una paz serán los campesinos de Colombia y por eso necesito de su apoyo”, afirmó el Jefe de Estado durante la celebración del Día del Campesino en el municipio cordobés de Cereté

 

 Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la celebración del Día del Campesino

 Cereté, Córdoba, 7 jun (SIG).

No voy a saludar a nadie en particular. Voy a obviar el protocolo. Hoy los importantes, los que están a la cabeza del protocolo, son los campesinos y campesinas de Colombia.

Qué bueno estar celebrando 50 años, hoy hace 50 años el abuelo del actual Ministro de Agricultura, el Presidente Guillermo León Valencia, decretó este día como el Día del Campesino.

Qué coincidencia tan feliz que su nieto hoy esté de Ministro de Agricultura en este momento de la historia. Y digo feliz coincidencia porque yo estoy aquí este domingo celebrando el Día de Campesino porque son ustedes, los campesinos de Colombia, los que simbolizan la razón de ser mi Gobierno.

Yo he dicho que quiero un país en paz, quiero un país más justo, quiero un país mejor educado. ¿Y quién ha sido el sector de la población que más ha sufrido la guerra? Los campesinos de Colombia, el campo colombiano, que lleva 50 años sufriendo las consecuencias de la guerra.

¿Dónde está concentrada la pobreza y la desigualdad, que quiero corregir? En el campo colombiano. En el campo es donde hay más pobres, en el campo es donde hay más desigualdad.

¿Dónde necesitamos hacer todavía mayores inversiones para que todos los niños y niñas del campo, todos los hijos y las hijas de los campesinos puedan ir a un buen colegio, tener esa gran oportunidad de tener una buena educación? El campo, el sector rural. Por eso digo que ustedes, queridos campesinos y campesinas, son la razón de ser de mi Gobierno.

Cuando me posesioné la primera vez, el 7 de agosto del año 2010, dije allá en La Plaza de Bolívar en Bogotá que yo aspiraba a que todos los campesinos y campesinas de Colombia pudieran ser como un próspero Juan Valdez.

Cundo lo dije pensaba en Juan Valdez, personaje de la publicidad cafetera colombiana, un sector de la agricultura con el cual he estado comprometido toda mi vida y que lo conozco. Por eso decía: Quiero que todos los campesinos y campesinas tengan esa prosperidad de ese símbolo que representa Juan Valdez. ¿Qué representa esa prosperidad? ¿Cómo la podemos conseguir? ¿Qué tenemos que darles a los campesinos? Pues, en primer lugar, tierra.

Por eso iniciamos un proceso nunca antes puesto en marcha en nuestro país: restituirles la tierra a esos miles y miles de campesinos que fueron desplazados por la violencia. Titularles a miles y miles de campesinos la tierra que trabajan desde hace tanto tiempo. La propiedad de esa tierra fue, para mí, una consigna. Y hemos avanzado muchísimo, pero todavía nos queda un camino muy largo por recorrer.

Si bien el Programa de Restitución de Tierras, que ha hecho un inmenso esfuerzo, que aquí en Córdoba el esfuerzo ha sido doble, porque ustedes conocen los enemigos que tiene este proceso, aquí en Córdoba y en el país hemos logrado ya poner en marcha ese proceso, para que campesinos como los que hoy les dimos tierra, les hemos venido dando con proyectos productivos, representa todavía un porcentaje demasiado pequeño de la población y de la tierra.

Por eso nuestra consigna de aquí en adelante será redoblar esos esfuerzos, para que cada día más y más campesinos tengan títulos sobre su tierra, y les devuelvan la tierra que les fue usurpada por la violencia, por los fusiles, por quienes no deberían estar hoy ocupando esas tierras, porque las adquirieron a través de la violencia.

¿Qué necesita Juan Valdez? ¿Qué necesitan los campesinos? Tierra y vivienda. Por eso también pusimos en marcha un agresivo programa de vivienda rural, pero no la misma vivienda que se estaba construyendo sino una vivienda mucho más digna, más grande: en lugar dos habitaciones, tres habitaciones, y una vivienda que tenga todos los elementos para que las familias campesinas puedan vivir dignamente.

Ya comenzamos y tenemos unos objetivos muy ambiciosos, porque así como en las zonas urbanas hemos hecho una verdadera revolución entregándoles a los más pobres, a los más vulnerables, casas gratis, lo mismo nos proponemos hacer en el campo para los campesinos de Colombia.

¿Qué más necesita un campesino? Ayuda, proyectos productivos, crédito. Por eso, desde el primer día de mi Gobierno, allá el 7 de agosto del 2010, le dije al entonces Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo: Quiero reorientar el crédito del Gobierno hacia los campesinos, hacia los más pobres, porque lo que encontramos es que ese crédito se estaba quedando exclusivamente, no en los campesinos, en los agricultores grandes y más ricos.

Por eso teníamos que redistribuir ese crédito y eso es lo que venimos haciendo. El Banco Agrario y todos los programas que tenemos tienen como objetivo fundamental los campesinos. Pequeños créditos para que puedan tener la financiación suficiente para poner en marcha esos proyectos productivos.

El Ministro Iragorri sabe perfectamente que ese es el propósito fundamental de todas las instituciones financieras del campo y por eso también está dirigiendo todo el crédito para los pequeños campesinos.

¿Qué más quiere? ¿Qué más necesita un campesino? Una buena educación para sus hijos. Hemos hecho un gran esfuerzo en las ciudades, decretamos la educación gratuita en todo el país para todos los niños y niñas de Colombia del grado cero al grado once en los colegios públicos. Que ningún niño o niña deje de ir al colegio porque no tiene recursos.

Hemos regalado más de 18 millones de textos escolares, porque me decían: ‘Muchas gracias por la educación gratuita, Presidente, pero ni siquiera tenemos para comprar los libros’. Por eso también pusimos en marcha un agresivo plan para regalar también los libros.

Pero en muchas zonas del país todavía falta la infraestructura. No hay colegios o los colegios son de pésima calidad. Por eso esta misma semana, después de ser aprobado el Plan de Desarrollo, gracias senadores, gracias representantes porque este Plan de Desarrollo, nos va a permitir impulsar de forma mucho más efectiva nuestra agresiva política social.

Gracias a ese Plan de Desarrollo y gracias a un esfuerzo que hicimos adicional, el país tenía previsto la construcción de aulas escolares que pudieran satisfacer la demanda por los próximos 80 años a un ritmo de 1.500 aulas cada cuatro años.

¿Qué hicimos nosotros? Dijimos: eso no es suficiente, eso no es posible, así nos vamos a quedar atrasados toda la vida. Y lo que vamos o íbamos a hacer en 80 años, los vamos a hacer en cuatro años: 30 mil aulas en lugar de 1.500, y la mayor cantidad de aulas en el campo colombiano.

¿Para qué? Para que estos niños puedan asistir a un colegio digno, con un buen comedor, con laboratorios, con conexión tecnológica de internet.

Ya llegamos a todos los municipios de Colombia con banda ancha y fibra óptica, para que todos los colombianos, sobre todo los más pobres, tengan acceso a la tecnología.

Yo decía: ‘Ese próspero Juan Valdez tiene una tableta de computador, sus hijos pueden complementar su educación a través de la tecnología’, y eso es lo que estamos haciendo.

Eso es lo que nos proponemos hacer con todos los colombianos. Aquí en el departamento de Córdoba, usted me corregirá, querido Gobernador, ya están conectados todos los municipios de Córdoba con fibra óptica y banda ancha.

Lo que se requiere ahora es que esa conexión se lleve a los colegios, se lleve a esos usuarios, para que puedan beneficiarse de esa herramienta, fundamental también para hacer más productivo el campo colombiano.

Escuchaba a una de nuestras beneficiarias de la sustitución de tierras. A ella le dieron una tierra y preguntaba más o menos cuánto está costando esa tierra hoy. Me dicen que alrededor de 20 ó 30 millones de pesos.

¿La están ayudando con proyectos productivos? Me dicen que sí, pero ella, con mucho criterio y con toda la razón, nos pide ‘Presidente, ahora necesitamos son carreteras para poder sacar nuestros productos, necesitamos bienes públicos adicionales para poder vivir mejor’.

Y hemos escuchado esa voz, hace mucho tiempo. Por eso también mi Gobierno está haciendo la inversión más grande de la historia en infraestructura.

Por eso estamos haciendo una verdadera revolución en materia de movilidad, precisamente para que los productos que se siembren aquí en Córdoba no cueste el doble al llevarlos a un puerto o a un centro de consumo, sino que tengan la posibilidad de llegar en buenas carreteras, en buenas autopistas, para tener mercado, que ese es otro de los elementos fundamentales para que los campesinos y campesinas puedan vivir con prosperidad y tengan a quién venderle su producto a un buen precio, buscando mercados, que eso también es lo que estamos haciendo.

Colombia tiene un inmenso potencial hacia el futuro. Aquí estuvo hace unas semanas el Primer Ministro Chino. Primera vez que viene un personaje de la China tan importante a Colombia y me decía: ‘Presidente Santos, vengo de un país con muchos pobladores, muchos ciudadanos, y resulta que nosotros solamente producimos el 40 por ciento de los alimentos que necesitamos. Estamos pensando dónde vamos a encontrar hacia el futuro alimentos para ese 60 por ciento de la población que hoy depende de las importaciones. Si la India está creciendo, si Indonesia está creciendo, si el resto del mundo está creciendo, ¿dónde vamos a encontrar estos alimentos?’.

Y él mismo me respondía: ‘Solamente hay pocos países que tienen un verdadero potencial para convertirse en una despensa para el mundo, y uno de esos países es Colombia’. Por eso también, por simple lógica, ya no por política social sino por mejor futuro, tenemos que prestarle más atención al campo.

Eso es lo que estamos haciendo. El presupuesto que hemos dedicado al campo colombiano, al Ministerio de Agricultura, ha venido aumentándose como nunca antes. Sabemos que necesitamos todavía más y, dentro de estos esfuerzos fiscales que estamos haciendo, haremos todo lo posible para irle aumentando cada vez más el presupuesto al campo colombiano. Las necesidades, lo sabemos, son inmensas, pero vamos en la dirección correcta.

Por eso tengan ustedes la seguridad, queridos campesinos y campesinas, que este Gobierno seguirá teniéndolos a ustedes como la prioridad. Ustedes, como la razón de ser de nuestro Gobierno.

La paz comienza en el campo. La paz que quiero para Colombia es lo que más va a beneficiar a los campesinos colombianos. Por eso también el único punto que acepté que se discutiera allá en La Habana como política pública fue el tema del desarrollo rural, del desarrollo integral en el campo.

¿Por qué lo hice? Porque cuando comencé el Gobierno, yo tenía los propósitos que queríamos llevar a cabo en el campo. Y miré lo que la guerrilla estaba pretendiendo y dije: ‘Estamos buscando lo mismo, que los campesinos tengan tierra, que el campo sea productivo, más inversión de bienes públicos, de colegios, de hospitales, de carreteras. Por eso creo que nos podemos poner de acuerdo, porque lo dije hace tres años: voy a hacer esto, con o sin las Farc, esto lo voy a poner en marcha’.

Pues bien, fácilmente fue el primer punto en donde nos pusimos de acuerdo, porque los propósitos, los objetivos, son de sentido común.

Lo importante es que si logramos esa paz, vamos a remover un obstáculo que nos ha impedido desarrollar el campo. El conflicto armado ha sido el freno para el desarrollo del campo en Colombia.

Por eso los más beneficiados, los primeros beneficiados de una paz serán los campesinos de Colombia. Por eso necesito de su apoyo, necesito que todos ustedes aquí entiendan que esta paz la logramos si el pueblo colombiano todo unido clama por esa paz.

Ustedes saben que hay enemigos, ustedes saben que hay quienes no quieren que este proceso tenga éxito. Pero yo me comprometo con ustedes aquí, el Día del Campesino, que no voy a bajar la guardia un solo minuto, que voy a perseverar en búsqueda de esa paz.

Porque esa paz se la merecen ustedes, esa paz no es mía, es de ustedes, de los campesinos de Colombia, de todos los colombianos, y ustedes me eligieron para conseguir la paz y la voy a conseguir.

Ministro Aurelio Iragorri: tenemos muchos compromisos. Hemos hecho a lo largo y ancho del país compromisos con muchos sectores, compromisos con el Pacto Agrario, compromisos de la Mesa Agraria. Les he dicho a usted y a los demás Ministros: todos esos compromisos hay que irlos cumpliendo.

Usted me dice que se han cumplido en buena parte. Quiero que vaya por el país explicando cómo esos compromisos se han venido cumpliendo, porque este es un Gobierno que cumple con su palabra, que cuando decimos que vamos a hacer las cosas las hacemos, cuando decimos que no se pueden hacer es porque no se pueden hacer.

Pero la pablara del Gobierno es muy importante, y el compromiso del Gobierno con los campesinos es todavía más importante.

Por eso, Ministro y todos los funcionarios, quiero que en las próximas semanas –porque he escuchado voces de algunos sectores que dicen: ‘El Gobierno no está cumpliendo aquí, no está cumpliendo allá’–, quiero que expliquen lo que estamos cumpliendo, lo que está en proceso y lo que no se puede hacer. S no se puede hacer, expliquen por qué no se puede hacer.

Esa comunicación con el pueblo, sobre todo con los campesinos, es fundamental, porque en su conjunto el progreso que hemos logrado es realmente importante. La lucha contra la pobreza ya ha sido señalada por el mundo entero como un ejemplo lo que hemos logrado en Colombia: 4 millones 400 mil colombianos que hemos logrado sacar de la pobreza y 2 millones y medio de la pobreza extrema, pero nos falta mucho camino por recorrer. Todavía el 28 por ciento de la gente en Colombia, de los ciudadanos colombianos, están en la pobreza.  ¿Y dónde están? en el campo.

Por eso tenemos que redoblar los esfuerzos en el campo. La pobreza extrema lo mismo. Logramos bajar a un dígito el porcentaje de colombianos en pobreza extrema, gracias a los programas de la Red Unidos, que están concentrados en las ciudades, no en el campo. Por eso tenemos que ahora redoblar los esfuerzos contra la pobreza extrema en el campo.

¿Y cómo se hace eso? Ayudando a los campesinos. Por eso aquí vengo hoy, este día que es el día de ustedes, a renovar mi compromiso, a renovar mi apoyo total al campo colombiano, a los campesinos de Colombia, porque si a ustedes les va bien, este país será un país en paz; si a ustedes les va bien, este país será un país con equidad, y ustedes les va bien, este país será un país mejor educado. ¡Que vivan los campesinos de Colombia! Muchas gracias

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