_Se ha advertido sobre la desgracia que puede ocurrir en un ring colombiano, por la irresponsabilidad de promotores y manejadores. El caso Quiñónez evidenció el “algarete” en que se encuentra nuestro boxeo_

*Septiembre 30- Luis Miguel Deavila Rodríguez*

Especial para los lectores de Revista EXPECTATIVA 41 Años.

*****************************************

La noche del viernes 7 de junio de 1992, en el coliseo Bernardo Caraballo, se enfrentaron los boxeadores Juan «El Guajiro» Rodríguez y el cartagenero Guido Triviño.   En el segundo asalto El Guajiro salió con todo y atacó fuertemente a Guido.

En el tercer asalto, Triviño cayó a la lona. Sufrió una herida en el arco superciliar derecho.

Triviño no daba su brazo a torcer. En el sexto asalto se observaba un Guido desgastado. En su esquina Alfonso Pérez le preguntó que si quería seguir y Triviño, guapo aceptó salir, pero no podía con la golpiza y decidió echar mano del recurso que le queda a un guapo del ring. Dar la espalda y no continuar.

Horacio Castilla quien era el árbitro, levantó el brazo al Guajiro, mientras Guido Triviño se dirigía a su esquina y bajó del ring. Hablaba descordinadamente. No respondía bien las preguntas de los periodistas. Luis Alberto Payares Villa, quien había agregado noticias generales de interés a sus transmisiones, me comisionó para hacerle seguimiento al comportamiento de Guido quien fue trasladado a la Clínica Vargas de Torices.   De inmediato llegó el médico Rubén Sabogal y se puso al frente de la tragedia. Agotó todos los recursos, pero no pudo salvarle la vida a Guido Triviño.

Se habló de investigaciones y medidas preventivas, pero todo sigue igual.

La noche del pasado sábado la tragedia se había anunciado. Quiñónez recibió fuertes golpes. Se desplomó en el octavo asalto, escuchó el conteo de diez y por mucho que trataba de apoyarse de las cuerdas, no resistió. Respondió los estímulos visuales, pero perdió el conocimiento en la camilla de la ambulancia.

En el séptimo asalto, el Ñato Guzmán, quien era el entrenador, demoró en bajar del ring. El árbitro no dijo nada. Algo raro está pasando, advirtieron los comentaristas de la cadena de televisión Espn.

De acuerdo al parte científico, el deportista sufrió un deterioro neurológico, funcional y metabólico, que acompañaba varias isquemias en el hemisferio cerebral izquierdo.

Es el momento de iniciar un juicio de responsabilidades contra los promotores de peleas desiguales, que son organizadas sin control ninguno.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *